23 DE JULIO - Día del héroe Capitan FAP José Abelardo Quiñonez

El 23 de Julio próximo, es el Día del héroe máximo de la Fuerza Aérea del Perú José Abelardo Quiñones el bravo aviador norteño que en 1941 con su avión envuelto en llamas, lejos de salvarse prefirió inmolarse contra las baterías ecuatorianas de Quebrada Seca, escribiendo con su gesto otra página de gloria y bravura en la historia del Perú.

Nació el 22 de Abril de 1914 en el soleado puerto pesquero de Pimentel, Chiclayo bajo el calor del hogar de sus padres Don José María Quiñones y María Rosa Gonzáles Orrego. Desde muy niño, en la escuelita fiscal de Chiclayo, mostraba devoción por la aviación. En una ocasión construyó una cometa en forma de moscón que en la cola llevaba a farolito con los colores patrios.

El 27 de noviembre de 1923 el Centro de Aviación Militar de Las Palmas que más tarde se llamaría Escuela de Oficiales de la Fuerza Aérea del Perú, recibe como postulantes a los primeros jóvenes, y en 1935 a Quiñones, siendo aceptado tras riguroso examen, iniciando su vida de cadete, donde moldea su espíritu, y destaca en el manejo de aviones de instrucción.

Su primer vuelo sólo fue todo un acontecimiento personal, que lo hizo con la pericia de un veterano, causando admiración entre sus superiores. También fue el primer cadete que se atrevió a volar en un planeador. En los entrenamientos, causaba tanta admiración que con la complacencia de sus superiores, ejecutaba las pruebas más arriesgadas. Era un ejemplo para sus compañeros de Escuela.

Su promoción “José L. Raguz”, egresó en los últimos días de 1938, integrada por doce nuevos militares. Por ser el primero en su especialidad de piloto de caza fue distinguido  con el ala de oro, y además recibió la espada y las insignias de alférez. Ya sus acrobacias lo hacían notar. Con sus espeluznantes pruebas al ras de suelo, deleitaba a sus compañeros y público, quienes aplaudían sus intervenciones.

Integró el célebre equipo acrobático del Perú, formado en Chiclayo, y después es ascendido en 1941 al grado de Teniente, hasta que estalla el conflicto con Ecuador que originó la movilización de las fuerzas armadas a la frontera. En el XXI Escuadrón de Caza de Agrupamiento Aéreo del Norte se encontraba José Abelardo Quiñones.

Hasta que llegó el glorioso día: Quiñones integra una cuadrilla de valerosos pilotos, quienes reciben instrucciones de silenciar baterías enemigas.

A 300 metros en picada, el North American del Teniente Quiñones, es alcanzado por el fuego antiaéreo y lejos de eyectarse en el paracaídas, con mano firme conduce su máquina hacia el objetivo. Compañeros del aire fueron testigos de su holocausto. El 10 de Mayo de 1966, es acogido en la Mansión de los Héroes, en reconocimiento a su ejemplo.